Psicologia en adolescentes

Ansiedad en la adolescentes

La ansiedad en la adolescencia es una de las dificultades emocionales más frecuentes en esta etapa, marcada por cambios físicos, sociales, académicos y de identidad.
Según el DSM-5, la ansiedad adolescente puede manifestarse a través de trastornos como:

  • Ansiedad generalizada

  • Ansiedad social

  • Crisis de pánico

  • Agorafobia

  • Fobias específicas

  • Ansiedad de separación (persistente en algunos casos)

Pero incluso sin cumplir criterios diagnósticos completos, muchos adolescentes experimentan preocupación constante, miedo al futuro, autocrítica intensa, bloqueo, evitación o síntomas físicos que afectan a su vida diaria.

La ansiedad adolescente no es inmadurez ni exageración: es una respuesta emocional desbordada ante situaciones que superan la capacidad actual de afrontamiento.

¿Qué implica la ansiedad en adolescentes?

La ansiedad puede afectar múltiples áreas:

Síntomas emocionales

  • Preocupación excesiva por estudios, futuro o rendimiento.

  • Miedo a hacer el ridículo o ser juzgados.

  • Sentimiento de estar “al límite”.

  • Irritabilidad o hipersensibilidad a críticas.

Síntomas físicos

  • Taquicardia, presión en el pecho o dificultad para respirar.

  • Mareos, temblores o sudoración.

  • Dolor de estómago o náuseas.

  • Tensión muscular o cansancio extremo.

Síntomas cognitivos

  • Rumiación constante.

  • Miedo a perder el control.

  • Pensamientos del tipo “no puedo”, “voy a fallar”.

  • Sobrestimación de amenazas o consecuencias.

Síntomas conductuales

  • Evitar exposiciones sociales o hablar en clase.

  • Evitar actividades nuevas por miedo al juicio.

  • Crisis de llanto o bloqueos ante tareas exigentes.

  • Aislamiento o dependencia de pantallas para desconectar.

¿Por qué aparece la ansiedad en la adolescencia?

(Evidencia científica)

La investigación muestra la influencia de varios factores:

1. Cambios en el cerebro adolescente

El sistema emocional madura antes que el sistema de autocontrol, generando mayor vulnerabilidad al estrés.

2. Presión académica y expectativas elevadas

Miedo al fracaso, perfeccionismo y sensación de “no llegar”.

3. Factores sociales

  • miedo al juicio

  • redes sociales

  • comparación constante

  • conflictos de amistad

  • bullying o exclusión social

4. Identidad y autoestima

Búsqueda de validación externa y dudas sobre quiénes son.

5. Factores emocionales

  • sensibilidad elevada

  • dificultad para identificar y expresar emociones

  • problemas de regulación

6. Experiencias estresantes o traumáticas

Pérdidas, cambios, hospitalizaciones, accidentes, rupturas familiares.

7. Historial de ansiedad infantil o rasgos temperamentales

Preocupación excesiva o miedo intenso desde etapas previas.

¿Cómo trabajaremos la ansiedad adolescente en terapia?

El enfoque será integrativo, combinando herramientas de regulación emocional, estrategias cognitivas, exposición progresiva y procesamiento emocional profundo cuando sea necesario.

1. Comprensión del origen de la ansiedad

Exploramos:

  • qué situaciones la activan

  • cómo afecta al cuerpo, pensamientos y conducta

  • qué emociones subyacen (miedo, vergüenza, inseguridad)

  • qué aprendizajes previos influyen

2. Regulación emocional

Enseñamos herramientas prácticas:

  • respiración diafragmática

  • técnicas de grounding

  • regulación sensorial

  • manejo de crisis de ansiedad

  • estrategias para bajar rumiación

Con un enfoque adaptado al estilo del adolescente.

3. Reestructuración cognitiva

Ayudamos a transformar pensamientos rígidos o catastrofistas:

“voy a hacer el ridículo”,
“no puedo con esto”,
“si fallo, soy un desastre”,

por ideas más realistas, equilibradas y compasivas.

4. Exposición gradual

Para superar evitaciones que mantienen la ansiedad:

  • situaciones sociales

  • hablar en público

  • participar en actividades

  • espacios que generan miedo

Siempre con acompañamiento y ritmo individual.

5. Procesamiento emocional (EMDR adaptado a adolescentes)

Muy útil cuando la ansiedad tiene raíces en:

  • bullying

  • experiencias sociales dolorosas

  • vergüenza o inseguridad intensas

  • accidentes o sustos

  • transiciones vitales complejas

  • duelos o rupturas

El EMDR ayuda a integrar estas experiencias, reduciendo la reactividad emocional y aumentando la sensación de control.

6. Fortalecimiento de la identidad y autoestima

  • fomentar autoconocimiento

  • reforzar habilidades reales

  • trabajar la autocrítica

  • mejorar relación con el propio cuerpo

  • desarrollar un sentido de valor interno

7. Hábitos saludables y organización

  • sueño

  • pantallas

  • ejercicio y regulación fisiológica

  • planificación académica

  • hábitos que disminuyen ansiedad basal

8. Acompañamiento familiar

La familia no se patologiza: se convierte en recurso.

  • aprender a validar sin sobreproteger

  • promover autonomía

  • entender cómo apoyar durante crisis

  • mejorar la comunicación

Objetivos del tratamiento

  • Reducir ansiedad y rumiación.

  • Mejorar regulación emocional.

  • Recuperar seguridad interna y autoestima.

  • Aumentar habilidades sociales y exposición segura.

  • Procesar experiencias que generaron bloqueo.

  • Acompañar la construcción de una identidad sana y flexible.

Depresión y trastornos del estado de ánimo en adolescentes

La depresión en adolescentes es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por tristeza persistente, irritabilidad, pérdida de interés, baja energía, dificultad para disfrutar y cambios significativos en el comportamiento o en el rendimiento escolar.
El DSM-5 incluye varios tipos de trastornos del estado de ánimo relevantes en esta etapa:

  • Trastorno depresivo mayor

  • Trastorno depresivo persistente (distimia)

  • Trastorno disfórico premenstrual

  • Trastorno disruptivo de desregulación del estado de ánimo

  • Episodios depresivos dentro de trastornos bipolares (detectados con cautela en la adolescencia)

En la adolescencia, la depresión no siempre se expresa como tristeza, sino también como:

  • irritabilidad,

  • enfado,

  • apatía,

  • desconexión,

  • dificultades relacionales,

  • conductas de riesgo,

  • o quejas físicas recurrentes.

No es “una etapa” ni “hormonas”: es un malestar emocional profundo que requiere acompañamiento y tratamiento especializado.

¿Qué implica la depresión en adolescentes?

La depresión afecta múltiples áreas del día a día:

Síntomas emocionales

  • Tristeza persistente o llanto frecuente.

  • Irritabilidad y enfado sin motivo aparente.

  • Sentimiento de vacío, inutilidad o culpa.

  • Sensación de soledad o desconexión interior.

Síntomas cognitivos

  • Pensamientos negativos sobre uno mismo:
    “no valgo”, “soy un fracaso”, “nada va a cambiar”.

  • Indecisión, dificultad para concentrarse.

  • Visión negativa del futuro.

Síntomas conductuales

  • Aislamiento social o pérdida de amistades.

  • Evitación de actividades antes placenteras.

  • Descenso en el rendimiento académico.

  • Abandono de responsabilidades.

  • Cambios en hábitos de sueño o alimentación.

Síntomas físicos

  • Cansancio extremo.

  • Dolores de cabeza, estómago o musculares.

  • Sensación de falta de energía.

Señales de alarma

(donde es clave intervenir cuanto antes)

  • comentarios de desesperanza

  • autolesiones o conductas de riesgo

  • consumo de sustancias

  • pensamientos de muerte o suicidio

¿Por qué aparece la depresión adolescente?

(Evidencia científica)

La investigación identifica múltiples factores:

1. Vulnerabilidad biológica y cambios cerebrales

El cerebro adolescente es más sensible a emociones intensas y menos capaz de modularlas, aumentando riesgo de depresión.
(Blakemore & Mills, 2014)

2. Factores psicológicos

  • baja autoestima

  • autocrítica excesiva

  • perfeccionismo

  • dificultades en regulación emocional

3. Factores sociales

  • presión académica

  • comparaciones en redes sociales

  • conflictos de amistad

  • bullying

  • rupturas afectivas

4. Factores familiares

  • conflictos familiares

  • separación o divorcio

  • falta de comunicación

  • estilos parentales rígidos o muy exigentes

5. Experiencias difíciles o traumáticas

  • pérdidas

  • violencia

  • negligencia emocional

  • experiencias de vergüenza
    (van der Kolk, 2014)

6. Factores de personalidad

Sensibilidad elevada, introversión, necesidad de validación externa.

¿Cómo trabajaremos la depresión y los trastornos del ánimo en adolescentes?

El abordaje será integrativo, combinando herramientas cognitivo-conductuales, regulación emocional, trabajo en autoestima y procesamiento emocional profundo cuando sea necesario.

1. Comprender el origen del estado de ánimo

Analizamos:

  • qué está manteniendo el malestar

  • cómo se siente el adolescente consigo mismo

  • qué patrones de pensamiento están influyendo

  • si existen eventos o experiencias no integradas

  • el impacto del entorno social, familiar y académico

2. Regulación emocional

Enseñamos estrategias para:

  • manejar tristeza, apatía y ansiedad

  • disminuir rumiación

  • reducir el malestar físico asociado

  • recuperar actividades saludables

  • regular el sueño y la energía

3. Activación conductual

Fundamental en depresión:

  • recuperar rutinas

  • retomar actividades gratificantes

  • reforzar logros y sentirse capaz

  • aumentar motivación de forma progresiva

4. Reestructuración cognitiva

Ayudamos a transformar patrones como:

“soy un fracaso”,
“no le importo a nadie”,
“nunca voy a mejorar”

por pensamientos más realistas, equilibrados y compasivos.

También trabajamos la autocrítica, el perfeccionismo y el miedo a decepcionar a otros.

5. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Muy útil cuando hay:

  • bullying

  • rupturas dolorosas

  • experiencias de vergüenza

  • pérdidas

  • situaciones familiares intensas

  • momentos que marcaron un “antes y después”

El EMDR ayuda al cerebro a integrar lo vivido y liberar la carga emocional que alimenta el estado depresivo.

6. Trabajo en autoestima e identidad

La adolescencia es una etapa sensible en este aspecto, por lo que trabajaremos:

  • autoaceptación

  • autocompasión

  • reconocimiento de fortalezas

  • construcción de identidad

  • diferenciación sana del entorno

7. Hábitos de vida y orden

  • regulación del sueño

  • uso responsable de pantallas

  • ejercicio físico

  • alimentación y energía

  • organización académica adaptada

8. Acompañamiento familiar

No se culpa a la familia: se la convierte en recurso.

  • mejorar comunicación

  • validar sin sobreproteger

  • acompañar sin invadir

  • entender señales emocionales

  • crear un entorno seguro y estable

Objetivos del tratamiento

  • Reducir tristeza, apatía y rumiación.

  • Mejorar regulación emocional y autoestima.

  • Recuperar motivación, energía y hábitos saludables.

  • Procesar experiencias difíciles que mantienen el estado depresivo.

  • Fortalecer vínculos familiares y sociales saludables.

  • Acompañar la construcción de una identidad fuerte y segura.

Problemas de autoestima e imagen corporal en adolescentes

Los problemas de autoestima e imagen corporal son muy frecuentes en la adolescencia, una etapa marcada por cambios físicos, sociales y emocionales.
Según la investigación en psicología del desarrollo, la autoestima y la imagen corporal se ven especialmente vulnerables por:

  • cambios hormonales,

  • desarrollo físico acelerado,

  • comparación social,

  • presión estética,

  • redes sociales,

  • búsqueda de identidad.

Aunque no siempre derivan en un trastorno clínico, pueden generar malestar emocional profundo, inseguridad, evitación social, autocrítica intensa y conductas de riesgo.
En algunos casos, forman parte de trastornos como:

  • trastornos depresivos,

  • trastornos de ansiedad,

  • TCA (trastornos de la conducta alimentaria),

  • dismorfia corporal.

No son “cosas de adolescentes”, sino señales de sufrimiento emocional y de una relación dañada con uno mismo.

¿Qué implican los problemas de autoestima e imagen corporal en adolescentes?

Autoestima baja

  • Sensación de no ser suficiente.

  • Necesidad constante de aprobación externa.

  • Autocrítica excesiva.

  • Perfeccionismo y miedo al error.

  • Comparación constante con otros.

Problemas de imagen corporal

  • Insatisfacción persistente con el cuerpo.

  • Obsesión por partes concretas del cuerpo.

  • Vergüenza corporal o evitación de mirarse al espejo.

  • Evitación de ropa ajustada, playa, fotos o actividades sociales.

  • Comparación física con influencers o compañeros.

Consecuencias emocionales y conductuales

  • Ansiedad y tristeza.

  • Aislamiento.

  • Problemas sociales.

  • Uso excesivo de filtros o edición de fotos.

  • Dietas extremas o conductas alimentarias rígidas.

  • Ejercicio compulsivo.

  • Búsqueda constante de validación online.

¿Por qué aparecen los problemas de autoestima e imagen corporal?

(Evidencia científica)

1. Cambios puberales abruptos

El cuerpo cambia más rápido que la capacidad para aceptarlo.
(Neumark-Sztainer, 2019)

2. Comparación social

Redes sociales, cánones estéticos irreales y presión por “encajar”.

3. Críticas o comentarios sobre el cuerpo

Incluso comentarios “inocentes” pueden afectar profundamente.

4. Expectativas externas elevadas

Perfeccionismo, presión escolar o exigencias familiares.

5. Experiencias de bullying o rechazo

Especialmente si están relacionadas con el físico.
(Hawker & Boulton, 2000)

6. Vulnerabilidad emocional

Ansiedad, depresión o inseguridad previa.

7. Historia personal

Autoestima frágil desde la infancia, experiencias de vergüenza o invalidación.

8. Factores culturales

Ideales de belleza poco realistas y sexualización temprana.

 ¿Cómo trabajaremos la autoestima y la imagen corporal en terapia?

El abordaje será integrativo, combinando habilidades cognitivas, regulación emocional, trabajo corporal, fortalecimiento de identidad y procesamiento profundo (EMDR) cuando sea necesario.

1. Comprender la relación del adolescente con su cuerpo

  • ¿De dónde viene la insatisfacción?

  • ¿Qué mensajes ha recibido?

  • ¿Qué compara y por qué?

  • ¿Qué siente al mirarse al espejo?

2. Regulación emocional

Para manejar emociones asociadas:

  • ansiedad

  • vergüenza

  • tristeza

  • miedo al juicio

  • inseguridad

Se trabajan técnicas de:

  • respiración reguladora

  • grounding corporal

  • manejo de autocrítica

  • reducción de rumiación

3. Reestructuración cognitiva

Transformamos creencias como:

“soy feo/a”,
“nadie me va a aceptar”,
“mi cuerpo está mal”,
“si no estoy perfecto/a, no valgo”,

por pensamientos más realistas, compasivos y flexibles.

4. Trabajo en autoconcepto e identidad

  • identificar fortalezas reales

  • reforzar logros y habilidades internas

  • construir una identidad más allá de la apariencia

  • desarrollar autocompasión

5. Reconstrucción de la relación con el cuerpo

  • terapia centrada en aceptación corporal

  • trabajo de conexión mente-cuerpo

  • explorar sensaciones corporales con seguridad

  • ejercicios de espejo guiados (a su ritmo)

6. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Fundamental cuando la baja autoestima está vinculada a:

  • bullying

  • humillaciones

  • comentarios sobre el cuerpo

  • comparaciones familiares

  • rupturas dolorosas

  • experiencias traumáticas o de vergüenza

El EMDR ayuda a liberar el dolor emocional retenido y a crear una imagen interna más segura.

7. Habilidades sociales y autoafirmación

  • aprender a poner límites

  • evitar relaciones dañinas

  • moderar la necesidad de validación externa

  • fomentar relaciones saludables

8. Trabajo con la familia

  • evitar mensajes centrados en el físico

  • fomentar diálogo afectivo

  • reducir presión y exigencias

  • promover aceptación incondicional

  • acompañar sin juzgar ni sobreproteger

Objetivos del tratamiento

  • Mejorar autoestima y autoconcepto.

  • Construir una relación sana con el cuerpo.

  • Reducir comparación social y autocrítica.

  • Aumentar seguridad interna e identidad positiva.

  • Procesar experiencias que dañaron la autoestima.

  • Favorecer relaciones sociales sanas y respetuosas.

Estrés académico y presión escolar

El estrés académico aparece cuando las demandas escolares o las expectativas —propias o externas— superan la capacidad actual del adolescente para afrontarlas.
Aunque no es un diagnóstico específico del DSM-5, se relaciona con:

  • trastornos de ansiedad,

  • trastornos depresivos,

  • trastornos adaptativos,

  • problemas de regulación emocional,

  • y síntomas psicosomáticos.

La presión escolar puede venir del propio adolescente, de la familia, del entorno educativo o de la comparación social. No es “flojera” ni “mala organización”: es una respuesta emocional y fisiológica ante una carga percibida como excesiva.

¿Qué implica el estrés académico en adolescentes?

Síntomas emocionales

  • Ansiedad intensa ante exámenes, clases o deberes.

  • Miedo a decepcionar a otros o a fracasar.

  • Irritabilidad, frustración o llanto fácil.

  • Falta de motivación o apatía generalizada.

Síntomas cognitivos

  • Rumiación: “no llegaré”, “no puedo con todo”.

  • Perfeccionismo extremo.

  • Dificultad para concentrarse o memorizar.

  • Comparación constante con otros.

Síntomas físicos

  • Dolor de cabeza, estómago o tensión muscular.

  • Insomnio o sueño poco reparador.

  • Falta de energía o cansancio constante.

Síntomas conductuales

  • Evitación de tareas o procrastinación.

  • Aislamiento social.

  • Uso excesivo de pantallas para desconectar.

  • Crisis de ansiedad antes de exámenes.

  • Abandono de actividades placenteras.

¿Por qué aparece el estrés académico?

(Evidencia científica)

1. Exigencias escolares elevadas

Sobrecarga de tareas, exámenes, presión por notas y ritmo acelerado.

2. Presión familiar o social

Expectativas altas, comparación con hermanos o compañeros.

3. Perfeccionismo y autoexigencia

Perfil muy habitual en adolescentes con buen rendimiento.
(Flett & Hewitt, 2014)

4. Miedo al fracaso

Interpretado como pérdida de valor personal o rechazo.

5. Problemas de organización o funciones ejecutivas

Comunes en TDAH o en adolescentes con alta sensibilidad.

6. Redes sociales

Comparación constante con el “éxito” de otros.

7. Experiencias previas negativas

Suspensos, bloqueos, bullying, profesores críticos…
(van der Kolk, 2014)

8. Falta de equilibrio

Poco tiempo para ocio, descanso o actividades protectoras.

¿Cómo trabajaremos el estrés académico en terapia?

El enfoque será integrativo, combinando TCC + EMDR + regulación emocional + organización práctica.

1. Evaluación del origen del estrés

Analizamos:

  • tipo de presión (externa, interna, escolar)

  • hábitos de estudio

  • nivel de autoexigencia

  • habilidades de organización

  • impacto emocional y físico

  • experiencias previas relacionadas con fracaso o vergüenza

2. Regulación emocional

Se enseñan herramientas para:

  • manejar ansiedad y pensamientos anticipatorios

  • reducir activación fisiológica

  • mejorar concentración

  • evitar bloqueos en exámenes

  • tolerar frustración

Incluye técnicas como grounding, respiración y regulación sensorial.

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos creencias del tipo:

“si fallo, no valgo nada”,
“tengo que hacerlo perfecto”,
“nunca es suficiente”,
“todos son mejores que yo”.

Sustituyéndolos por pensamientos realistas, flexibles y basados en fortalezas.

4. Organización y habilidades de estudio

  • planificación realista

  • dividir tareas complejas en pasos pequeños

  • técnicas de memoria

  • rutinas saludables (sueño, pantallas, descansos)

  • prevenir procrastinación con estrategias conductuales

5. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Fundamental cuando hay:

  • suspensos vividos como traumáticos

  • experiencias de vergüenza en clase

  • profesores humillantes

  • comentarios destructivos

  • bloqueos en exámenes

  • ansiedad anticipatoria intensa

El EMDR reduce la carga emocional asociada al rendimiento académico.

6. Trabajo en autoestima y autovalía

Para que el adolescente entienda que su valor no depende de sus notas:

  • reforzar identidad interna

  • autocompasión

  • habilidades personales no académicas

  • redefinir éxito desde una perspectiva sana

7. Recuperación del equilibrio vital

  • tiempo de ocio

  • actividades que regulan (deporte, arte, naturaleza)

  • límites con pantallas

  • hábitos saludables que protegen el cerebro adolescente

8. Acompañamiento familiar

  • comprender el impacto real del estrés

  • ajustar expectativas sin sobreproteger

  • mejorar comunicación

  • apoyar procesos, no resultados

  • evitar críticas, comparaciones o mensajes rígidos

Objetivos del tratamiento

  • Reducir ansiedad y estrés asociado al estudio.

  • Mejorar regulación emocional ante exámenes y evaluaciones.

  • Desarrollar hábitos de estudio saludables y realistas.

  • Recuperar motivación y seguridad interna.

  • Transformar la relación con el éxito y el fracaso.

  • Procesar experiencias que mantienen el bloqueo.

  • Potenciar bienestar emocional y equilibrio académico.

Dificultades sociales en adolescentes

Las dificultades sociales en la adolescencia aparecen cuando el joven tiene problemas para relacionarse, conectar, comprender dinámicas sociales o sentirse integrado en grupos.
Aunque no constituyen un diagnóstico específico del DSM-5, suelen estar presentes en:

  • ansiedad social,

  • fobia social,

  • TDAH,

  • TEA de alto funcionamiento,

  • depresión,

  • problemas de autoestima,

  • procesos de bullying,

  • trastornos adaptativos.

La adolescencia es una etapa especialmente sensible a las relaciones: pertenecer, encajar y sentirse aceptado se vuelve fundamental. Cuando esto no ocurre, el malestar puede ser profundo y afectar a la autoestima, el rendimiento académico y el estado emocional.

¿Qué implican las dificultades sociales en adolescentes?

Dificultades en interacción

  • Les cuesta iniciar o mantener conversaciones.

  • No saben cómo integrarse en grupos.

  • Miedo intenso al ridículo o a equivocarse.

  • Preferencia por evitar actividades sociales.

Problemas de comunicación social

  • Dificultad para interpretar gestos, tonos o ironías.

  • Sensación de “no entender las dinámicas sociales”.

  • Respuestas sociales que pueden parecer bruscas o inseguras.

Aislamiento o evitación

  • Rechazo a planes sociales.

  • Aislamiento en casa o excesivo uso de pantallas.

  • Sensación de no encajar o ser diferente.

Consecuencias emocionales

  • Baja autoestima.

  • Vergüenza e inseguridad.

  • Ansiedad anticipatoria antes de interacciones.

  • Tristeza o frustración por sentirse fuera del grupo.

Conductas asociadas

  • Rigidez social o miedo a cambios de rutina.

  • Impulsividad o comentarios inoportunos (en perfiles TDAH).

  • Sensibilidad extrema a la crítica o al rechazo.

¿Por qué aparecen las dificultades sociales?

(Evidencia científica)

1. Cambios propios de la adolescencia

El cerebro adolescente es especialmente sensible a la aceptación social y al rechazo, lo que aumenta la vulnerabilidad social.
(Blakemore, 2018)

2. Ansiedad social o miedo al juicio

La autoconciencia excesiva y el perfeccionismo generan bloqueo.

3. Baja autoestima

Dificulta la iniciativa social y fomenta el aislamiento.

4. Experiencias previas de rechazo o bullying

Generan hipervigilancia social y desconfianza.
(Hawker & Boulton, 2000)

5. Dificultades en habilidades sociales o pragmática

Comunes en TDAH, TEA o adolescentes muy sensibles.

6. Uso excesivo de pantallas

Reduce práctica social real y aumenta comparación y ansiedad.

7. Rasgos temperamentales

Adolescentes inhibidos o muy tímidos tienen más dificultades para exponerse.

8. Factores familiares

Dinámicas rígidas, sobreprotección, poca comunicación o modelos sociales inseguros.

¿Cómo trabajaremos las dificultades sociales en terapia?

El abordaje será integrativo, combinando TCC + EMDR + desarrollo de habilidades sociales + regulación emocional.

1. Comprender el perfil social del adolescente

Exploramos:

  • qué situaciones generan ansiedad

  • cómo interpreta señales sociales

  • qué experiencias previas influyen

  • qué creencias tiene sobre sí mismo

  • si existe alguna dificultad del neurodesarrollo asociada

2. Regulación emocional

Para manejar:

  • miedo al juicio

  • vergüenza

  • reactividad emocional

  • malestar en interacción

Incluye técnicas de respiración, grounding, autorregulación sensorial y manejo de pensamientos anticipatorios.

3. Entrenamiento en habilidades sociales

A través de prácticas, role-play y situaciones reales:

  • iniciar y mantener conversaciones

  • integrarse en grupos

  • interpretar señales no verbales

  • desarrollar asertividad

  • aprender a poner límites

  • mejorar la expresión emocional

4. Reestructuración cognitiva

Trabajamos pensamientos como:

“soy raro/a”,
“voy a hacer el ridículo”,
“nadie me quiere”,
“no sé relacionarme bien”.

Los transformamos en ideas más realistas, sanas y seguras.

5. Exposición gradual y acompañada

Para enfrentar situaciones sociales con seguridad:

  • hablar en clase

  • conocer gente nueva

  • actividades de grupo

  • expresar opiniones

  • tolerar pequeños errores

6. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Clave cuando hay:

  • bullying o rechazo

  • situaciones humillantes

  • experiencias de vergüenza

  • rupturas de amistad dolorosas

  • exclusión social

  • momentos que dejaron huella emocional

El EMDR ayuda a integrar estas experiencias y reduce la hipersensibilidad social.

7. Trabajo en identidad y autoestima

Refuerza:

  • autoconocimiento

  • valor propio más allá del grupo

  • seguridad en la propia forma de ser

  • aceptación corporal y emocional

8. Acompañamiento familiar

  • mejorar la comunicación

  • entender qué es ansiedad social y qué no

  • promover independencia sin presión

  • validar emociones sin minimizar

  • guiar uso saludable de pantallas

Objetivos del tratamiento

  • Mejorar habilidades sociales y seguridad en interacción.

  • Reducir ansiedad y vergüenza en situaciones sociales.

  • Procesar experiencias dolorosas que mantienen el bloqueo.

  • Recuperar sensación de pertenencia.

  • Reforzar autoestima, identidad y autonomía social.

  • Promover relaciones saludables y respetuosas.

Problemas de conducta en adolescentes

Los problemas de conducta en adolescentes se refieren a comportamientos que generan conflictos en casa, en el colegio o en el entorno social.
Incluyen dificultades para seguir normas, explosiones emocionales, desobediencia persistente, impulsividad, confrontación o conductas de riesgo.

Según el DSM-5, estos problemas pueden estar presentes en:

  • Trastorno negativista desafiante (TND)

  • Trastorno de conducta

  • Trastornos de impulsividad o TDAH

  • Trastornos del estado de ánimo

  • Trastornos por consumo

  • Trastornos adaptativos

Pero también pueden aparecer sin un diagnóstico, como respuesta a estrés, falta de regulación emocional, experiencias dolorosas o dinámicas familiares tensas.

Los problemas de conducta no son “rebeldía porque sí”; son una forma de expresión emocional desbordada que indica una necesidad no atendida.

¿Qué implican los problemas de conducta en adolescentes?

Comportamientos frecuentes

  • Desobediencia constante o desafío a normas.

  • Gritos, insultos, portazos o agresividad verbal.

  • Rabietas o explosiones intensas.

  • Impulsividad: actuar sin pensar.

  • Conductas de riesgo (alcohol, peleas, escapadas).

  • Evitación del colegio o problemas académicos.

  • Negación a cumplir obligaciones básicas.

Cambios emocionales asociados

  • Irritabilidad persistente.

  • Frustración intensa.

  • Baja tolerancia a límites o frustración.

  • Sensación de no ser comprendido.

  • Vergüenza, culpa o tristeza detrás del enfado.

Dificultades sociales

  • Conflictos con compañeros.

  • Aislamiento o elección de grupos conflictivos.

  • Baja autoestima disfrazada de actitud desafiante.

¿Por qué aparecen los problemas de conducta?

(Evidencia científica)

1. Dificultades en regulación emocional

El sistema emocional adolescente es sensible y puede desbordarse con facilidad.
(Allen, 2018)

2. Estrés o cambios vitales

  • separación de los padres

  • cambio de colegio

  • conflictos familiares

  • pérdidas o rupturas

3. Factores familiares

  • comunicación tensa o conflictiva

  • límites inconsistentes

  • modelos de comunicación agresivos o evitativos

  • excesiva permisividad o excesiva rigidez

4. Problemas en la autoestima

El enfado puede ser una coraza para ocultar vulnerabilidad.

5. Trastornos emocionales o del neurodesarrollo

  • ansiedad

  • depresión

  • TDAH

  • TEA

  • dificultades de aprendizaje

6. Experiencias adversas

  • bullying

  • humillaciones

  • rechazo social

  • vivencias traumáticas
    (van der Kolk, 2014)

7. Influencia del entorno

Grupo de iguales, redes sociales, modelos impulsivos.

¿Cómo trabajaremos los problemas de conducta en terapia?

El enfoque será integrativo, combinando TCC + EMDR + regulación emocional + intervención familiar.

1. Evaluación profunda del caso

Exploramos:

  • detonantes del comportamiento

  • emociones ocultas detrás del enfado

  • creencias internas (“no valgo”, “si no grito, no me escuchan”)

  • influencias del entorno

  • estilo educativo familiar

  • carga académica y social

2. Regulación emocional

Fundamental para cambiar la conducta:

  • técnicas de calma

  • manejo de impulsividad

  • estrategias para detener escaladas de conflicto

  • identificación de señales corporales de enfado

  • habilidades para responder, no reaccionar

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos pensamientos rígidos o extremos como:

“todos están contra mí”,
“da igual lo que haga”,
“si no grito, nadie me escucha”.

Los sustituimos por ideas más flexibles, seguras y realistas.

4. Entrenamiento en habilidades sociales

  • comunicación asertiva

  • resolución de conflictos

  • pedir las cosas sin agresividad

  • poner límites sin perder control

  • entender consecuencias de la impulsividad

5. Activación conductual y autocuidado

  • rutinas estables

  • deporte y descarga física regulada

  • gestión de pantallas

  • equilibrio descanso-actividad

6. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Muy eficaz cuando las conductas están vinculadas a:

  • bullying

  • discusiones familiares intensas

  • experiencias de vergüenza

  • abandono o rechazo

  • figuras de autoridad hostiles

  • situaciones traumáticas

El EMDR ayuda a integrar estas experiencias y reduce reactividad e impulsividad.

7. Trabajo familiar

La familia es clave:

  • establecer límites consistentes y seguros

  • mejorar comunicación (menos gritos, más escucha)

  • reforzar conductas positivas

  • evitar círculos de castigo-rebeldía

  • fomentar conexión emocional

  • reducir confrontaciones innecesarias

8. Coordinación con colegio

  • normas claras

  • apoyo académico

  • evitar etiquetado negativo

  • comunicación constructiva con profesorado

Objetivos del tratamiento

  • Reducir conductas desafiantes y explosiones emocionales.

  • Mejorar regulación emocional e impulsividad.

  • Aumentar habilidades sociales y resolución de conflictos.

  • Procesar experiencias que alimentan el enfado.

  • Reforzar autoestima e identidad positiva.

  • Fortalecer la relación familiar y los vínculos.

  • Promover un funcionamiento sano y adaptado.

Dependencia emocional y relaciones de pareja en adolescentes

La dependencia emocional en la adolescencia se caracteriza por una necesidad excesiva de afecto, aprobación o presencia del otro, dificultad para estar solo, miedo intenso al abandono y conductas de sacrificio personal para mantener la relación.
Aunque no existe como diagnóstico independiente en el DSM-5, se relaciona con:

  • trastornos de ansiedad,

  • problemas de autoestima,

  • trastornos del estado de ánimo,

  • estilos de apego inseguros,

  • trauma relacional,

  • y desregulación emocional.

La adolescencia es un momento clave en la construcción de identidad y de los primeros vínculos afectivos. Relacionarse de forma dependiente no es “amor adolescente”, sino un patrón que puede generar sufrimiento, vulnerabilidad a relaciones tóxicas y pérdida de autonomía.

¿Qué implica la dependencia emocional en adolescentes?

Señales emocionales

  • Miedo constante a perder la relación.

  • Inseguridad, celos o comparación con otras personas.

  • Sentimiento de vacío cuando la pareja no está.

  • Necesidad de aprobación continua.

  • Idealización de la pareja.

Señales conductuales

  • Control del móvil, horarios o amistades.

  • Sacrificar intereses propios para agradar.

  • Aislarse de amigos o familia.

  • Necesidad de estar en contacto constante (mensajes, llamadas).

  • Someterse para evitar conflictos.

Señales cognitivas

  • Pensamientos tipo:
    “sin él/ella no soy nada”,
    “si me dejo, me abandonará”,
    “no voy a encontrar a nadie más”,
    “tengo que hacer lo que quiera para que no se enfade”.

Impacto en la vida del adolescente

  • Baja autoestima.

  • Rendimiento escolar afectado.

  • Pérdida de amistades.

  • Dependencia emocional recíproca o unilateral.

  • Vulnerabilidad a relaciones tóxicas o de control.

  • Mayor riesgo de autolesiones o ansiedad en rupturas.

¿Por qué aparece la dependencia emocional en adolescentes?

(Evidencia científica)

1. Modelo de apego

Adolescentes con apego ansioso tienden a temer el abandono y buscar fusión emocional.
(Bowlby, 1980)

2. Autoestima baja y búsqueda externa de valor

Construyen identidad a través de la aprobación de la pareja.

3. Inseguridad emocional

Derivada de experiencias de rechazo, bullying o invalidación.

4. Primeras experiencias amorosas

Todo es nuevo e intenso, aumentando la vulnerabilidad emocional.

5. Aprendizajes familiares

Modelos de dependencia, desregulación emocional o relaciones disfuncionales.

6. Trauma relacional

Situaciones como humillaciones, abandono, rupturas bruscas o violencia emocional previa.
(van der Kolk, 2014)

7. Presión social y de redes sociales

Normalización del control, hiperconexión y falsas ideas de “amor romántico”.

 ¿Cómo trabajamos la dependencia emocional en terapia?

El enfoque es integrativo, combinando TCC + EMDR + educación afectiva + fortalecimiento de autoestima e identidad.

1. Comprensión del vínculo y del estilo relacional

  • cómo se siente en la relación

  • qué necesita y qué teme

  • qué patrones repite

  • cómo se construyó su idea del amor

  • si hay señales de relación tóxica o violencia emocional

2. Regulación emocional

Enseñamos recursos para:

  • manejar ansiedad por separación

  • disminuir pensamientos obsesivos

  • tolerar incertidumbre sin buscar control

  • regular emociones intensas durante conflictos o rupturas

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos creencias distorsionadas como:

“necesito a alguien para sentirme bien”,
“si me deja, no podré seguir”,
“si pongo límites, me abandonará”.

Las sustituimos por ideas más realistas y seguras.

4. Trabajo en autoestima e identidad

Una parte esencial del tratamiento:

  • fortalecer el valor personal

  • fomentar autonomía

  • desarrollar intereses propios

  • dejar de vivir pendiente del juicio de la pareja

  • aprender a diferenciar deseo propio de deseo impuesto

5. Educación afectiva y habilidades en relaciones sanas

Se trabaja:

  • límites sanos

  • respeto mutuo

  • comunicación asertiva

  • detectar señales de manipulación o control

  • construir relaciones equilibradas

  • evitar dinámicas tóxicas normalizadas

6. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Especialmente útil cuando la dependencia se basa en:

  • experiencias de abandono

  • rupturas traumáticas

  • humillación o invalidación emocional

  • bullying

  • figuras de apego inconsistentes

  • experiencias de control o celos previos

El EMDR ayuda a integrar estas vivencias y reduce la necesidad de apego ansioso.

7. Gestión de rupturas y duelos afectivos

  • acompañar el proceso sin dramatización ni minimización

  • evitar conductas de riesgo

  • reconstruir el autoconcepto

  • prevenir recaídas en relaciones dañinas

8. Trabajo con la familia

  • enseñar a acompañar sin invalidar

  • detectar señales de abuso emocional

  • mejorar comunicación

  • evitar sobreprotección

  • apoyar límites sanos sin criticar a la pareja directamente

 Objetivos del tratamiento

  • Construir relaciones afectivas equilibradas y seguras.

  • Fortalecer autoestima e identidad personal.

  • Reducir ansiedad por separación y celos.

  • Desarrollar habilidades sociales y afectivas saludables.

  • Procesar experiencias de dolor o abandono.

  • Prevenir relaciones tóxicas o de control.

  • Promover autonomía emocional y bienestar afectivo.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adolescentes

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en la adolescencia es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades persistentes en atención, impulsividad y/o hiperactividad.
Según el DSM-5, se clasifica en tres presentaciones:

  • Predominio inatento

  • Predominio hiperactivo-impulsivo

  • Combinado

En la adolescencia, los síntomas pueden expresarse de forma diferente a la infancia: menos hiperactividad física, más inquietud interna, impulsividad social y académica, problemas en organización y dificultades emocionales.

El TDAH no es falta de voluntad, ni pereza, ni mala educación; es un patrón neurobiológico que afecta al funcionamiento diario y que puede generar mucho sufrimiento si no se acompaña adecuadamente.

¿Qué implica el TDAH en adolescentes?

Dificultades de atención

  • Distracción con facilidad.

  • Saltar de una tarea a otra sin terminar.

  • Olvidos frecuentes (citas, deberes, objetos).

  • Problemas de concentración en clase o estudio.

  • Dificultad para seguir explicaciones largas.

Impulsividad

  • Interrupciones constantes.

  • Actuar sin pensar en consecuencias.

  • Tolerancia baja a la frustración.

  • Reacciones emocionales intensas.

  • Decisiones rápidas que luego generan culpa.

Hiperactividad (física o interna)

  • Inquietud constante.

  • Necesidad de moverse o cambiar de actividad.

  • Sensación interna de “estar acelerado”.

Dificultades emocionales asociadas

  • Autoestima baja.

  • Sensibilidad a críticas o fracaso.

  • Cambios bruscos de humor.

  • Alta reactividad emocional.

Impacto académico y social

  • Bajo rendimiento pese al esfuerzo.

  • Problemas de organización y planificación.

  • Conflictos con profesores o compañeros.

  • Aislamiento o conductas impulsivas en grupo.

¿Por qué aparece el TDAH?

(Evidencia científica)

1. Base neurobiológica

Diferencias en redes cerebrales de atención, control inhibitorio y regulación emocional.
(Barkley, 2015)

2. Alta heredabilidad

Entre un 70–80% de los casos tienen componente genético.

3. Dificultades en funciones ejecutivas

  • organización

  • memoria de trabajo

  • planificación

  • control de impulsos

  • regulación del tiempo

4. Factores ambientales moduladores

  • estrés crónico

  • falta de estructura

  • dinámicas familiares tensas

  • exigencia académica elevada

5. Experiencias de fracaso repetido

Impactan negativamente en autoestima y motivación.

6. Comorbilidad frecuente

Ansiedad, depresión, TCA, dificultades de aprendizaje, TEA leve, problemas del sueño.

¿Cómo trabajaremos el TDAH en adolescentes en terapia?

El abordaje será integrativo, uniendo TCC + EMDR + entrenamiento en funciones ejecutivas + apoyo familiar y académico.

1. Evaluación exhaustiva

  • perfil de atención e impulsividad

  • fortalezas cognitivas

  • habilidades ejecutivas

  • regulación emocional

  • impacto académico y social

  • si hay ansiedad o depresión asociadas

2. Regulación emocional

Una pieza clave en la adolescencia con TDAH:

  • técnicas de calma

  • identificación de señales de impulsividad

  • manejo de frustración

  • estrategias para reducir reactividad

  • rutinas de autocuidado

  • regulación sensorial

3. Entrenamiento en funciones ejecutivas

  • organización de tareas

  • planificación semanal

  • recordatorios y apoyos visuales

  • dividir tareas grandes en pasos pequeños

  • técnicas de estudio adaptadas

  • gestión del tiempo (time blocking, timer visual)

4. Reestructuración cognitiva

Se trabaja:

  • autocrítica (“soy un desastre”)

  • expectativas irreales

  • culpa por errores impulsivos

  • etiquetas negativas internalizadas

Sustituyéndolas por pensamientos más amables, realistas y eficaces.

5. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Especialmente útil cuando hay:

  • experiencias de fracaso escolar

  • humillaciones por parte de profesores o compañeros

  • bullying

  • críticas constantes en la infancia

  • discusiones familiares intensas

  • rupturas o eventos traumáticos

El EMDR permite liberar la carga emocional que agrava la impulsividad y la baja autoestima.

6. Habilidades sociales y comunicación

  • mejorar escucha activa

  • manejar impulsividad social

  • interpretar señales sociales

  • respetar turnos y límites

  • aumentar tolerancia a conflictos

7. Hábitos saludables y estilo de vida

  • sueño regulado

  • deporte regular

  • reducción de pantallas

  • nutrición equilibrada

  • estructura diaria clara

8. Trabajo con la familia

  • estrategias para límites coherentes

  • evitar críticas destructivas

  • fomentar autonomía

  • comunicación sana y no reactividad

  • reforzar logros, no solo resultados

  • comprender cómo funciona el cerebro con TDAH

9. Coordinación con colegio

  • adaptaciones razonables (tiempo extra, instrucciones claras)

  • apoyo en planificación

  • comunicación respetuosa por ambas partes

Objetivos del tratamiento

  • Mejorar regulación emocional e impulsividad.

  • Fortalecer atención, organización y hábitos de estudio.

  • Aumentar autoestima y sensación de competencia.

  • Reducir conflictos familiares y escolares.

  • Procesar heridas emocionales asociadas al TDAH.

  • Desarrollar habilidades sociales adaptativas.

  • Promover autonomía e identidad positiva.

Dificultades de Aprendizaje en adolescentes

Las dificultades de aprendizaje en la adolescencia aparecen cuando un joven presenta problemas persistentes en adquirir, comprender o aplicar habilidades académicas, pese a recibir enseñanza adecuada y tener un nivel de inteligencia dentro de la normalidad.

Según el DSM-5, los Trastornos Específicos del Aprendizaje incluyen dificultades significativas en:

  • la lectura (dislexia),

  • la escritura (disgrafía),

  • las matemáticas (discalculia),

y pueden coexistir con:

  • TDAH,

  • trastornos emocionales,

  • ansiedad,

  • factores familiares o sociales,

  • problemas de autoestima.

Las dificultades de aprendizaje no significan falta de capacidad ni pereza: son formas distintas de procesar la información que requieren apoyo especializado, estrategias y acompañamiento emocional.

¿Qué implican las dificultades de aprendizaje en adolescentes?

En lectura (dislexia)

  • Lectura lenta o poco fluida.

  • Errores frecuentes al leer.

  • Problemas de comprensión lectora.

  • Evitación de textos largos.

En escritura (disgrafía)

  • Ortografía inestable.

  • Dificultad para organizar ideas por escrito.

  • Letras irregulares o escritura muy lenta.

  • Bloqueo ante redacciones.

En matemáticas (discalculia)

  • Problemas con cálculo y operaciones básicas.

  • Dificultad para comprender conceptos matemáticos.

  • Errores en secuencias o razonamiento numérico.

  • Miedo o rechazo intenso a las matemáticas.

Síntomas asociados frecuentes

  • Baja autoestima académica.

  • Ansiedad ante exámenes.

  • Desorganización y olvido de tareas.

  • Desmotivación o frustración.

  • Comparación constante con compañeros.

  • Aislamiento o negatividad hacia el estudio.

¿Por qué aparecen las dificultades de aprendizaje?

(Evidencia científica)

1. Neurodesarrollo

Diferencias en áreas cerebrales relacionadas con lenguaje, memoria de trabajo y procesamiento visual y auditivo.
(Shaywitz, 2007)

2. Factores genéticos

Alta heredabilidad especialmente en dislexia y discalculia.

3. Déficits en funciones ejecutivas

  • atención sostenida

  • memoria de trabajo

  • planificación

  • fluidez verbal

  • velocidad de procesamiento

4. Dificultades emocionales

Estrés, ansiedad o depresión pueden bloquear procesos de aprendizaje.

5. Experiencias previas negativas

  • suspensos repetidos

  • críticas

  • comparaciones

  • humillación escolar
    (van der Kolk, 2014)

6. Falta de adecuación educativa

Métodos que no se ajustan al estilo de aprendizaje del adolescente.

¿Cómo trabajaremos las dificultades de aprendizaje en terapia?

El abordaje será integrativo, uniendo TCC + EMDR + refuerzo de funciones ejecutivas + apoyo emocional + coordinación escolar.

1. Evaluación del perfil cognitivo y emocional

  • áreas de dificultad

  • fortalezas académicas

  • funciones ejecutivas

  • autoestima

  • ansiedad asociada al estudio

  • hábitos de organización

Esto permite un plan individualizado.

2. Regulación emocional y manejo de ansiedad académica

  • técnicas para reducir activación en exámenes

  • afrontamiento de bloqueos

  • manejo de frustración y comparación social

  • gestión de pensamientos anticipatorios

3. Reestructuración cognitiva

Transformamos creencias como:

“no sirvo para estudiar”,
“soy tonto/a”,
“siempre lo hago mal”,
“no puedo con esto”

por pensamientos más realistas, compasivos y basados en sus capacidades.

4. Entrenamiento en funciones ejecutivas

  • planificación semanal

  • organización del material

  • agenda visual

  • dividir tareas grandes en pasos pequeños

  • técnicas de estudio adaptadas

  • mejorar memoria de trabajo y atención

5. Activación académica

  • rutinas de estudio realistas

  • técnicas de concentración

  • aprendizaje multisensorial

  • apoyo en lectura, escritura o matemáticas según perfil

6. Procesamiento emocional (EMDR para adolescentes)

Muy útil cuando las dificultades están relacionadas con:

  • bullying académico

  • experiencias de fracaso repetido

  • profesores críticos o humillantes

  • vergüenza en clase

  • ansiedad intensa en exámenes

  • miedo a equivocarse

El EMDR reduce el bloqueo emocional y aumenta la confianza académica.

7. Trabajo en autoestima y autoconcepto académico

  • identificar fortalezas reales

  • ampliar visión del propio talento

  • separar valor personal de rendimiento

  • reforzar sensación de competencia

8. Coordinación con el centro educativo

  • adaptaciones razonables

  • instrucciones claras y segmentadas

  • apoyo visual

  • tiempos adicionales si procede

  • evitar etiquetado o juicios negativos

9. Acompañamiento familiar

  • apoyo sin presión excesiva

  • evitar comparaciones

  • entender el perfil de aprendizaje

  • reforzar logros, no solo notas

  • establecer rutinas consistentes

Objetivos del tratamiento

  • Mejorar estrategias de aprendizaje y funciones ejecutivas.

  • Aumentar seguridad y autoestima académica.

  • Reducir ansiedad y bloqueos ante exámenes.

  • Procesar experiencias de fracaso o vergüenza.

  • Desarrollar hábitos de estudio estables y eficaces.

  • Optimizar comunicación con familia y escuela.

  • Potenciar autonomía y bienestar emocional en el estudio.

Conductas de riesgo en adolescentes

Las conductas de riesgo en adolescentes incluyen comportamientos impulsivos, peligrosos o poco reflexivos que pueden poner en peligro su salud física, emocional o social.
Aunque no se recogen como diagnóstico específico en el DSM-5, suelen estar relacionados con:

  • TDAH

  • trastornos de conducta

  • trastorno negativista desafiante

  • trastornos de ansiedad o depresión

  • abuso de sustancias

  • trastornos adaptativos

  • dificultades en regulación emocional

  • trauma o experiencias adversas

La adolescencia es un periodo especialmente vulnerable: el cerebro emocional madura antes que el sistema de autocontrol, por lo que los jóvenes pueden buscar novedad e intensidad sin medir las consecuencias.
Las conductas de riesgo no son “rebeldía” ni “inmadurez”: son señales profundas de malestar emocional, impulsividad o necesidad de pertenencia.

¿Qué se considera conducta de riesgo en la adolescencia?

Comportamientos frecuentes

  • Consumo de alcohol, cannabis u otras sustancias.

  • Relaciones sexuales sin protección.

  • Autolesiones o comportamientos impulsivos con daño potencial.

  • Conducción temeraria o uso peligroso de vehículos (patinetes, motos).

  • Escapadas, ausencias escolares o horarios sin control.

  • Redes sociales: sexting, exposición excesiva, retos virales.

  • Peleas, agresiones o búsqueda de situaciones peligrosas.

  • Conductas alimentarias extremas (ayunos rígidos, atracones).

Señales emocionales asociadas

  • Irritabilidad, tristeza o ansiedad.

  • Sensación de vacío o desconexión.

  • Miedo al rechazo o necesidad de aprobación.

  • Impulsividad y baja tolerancia a la frustración.

Impacto en la vida del adolescente

  • Conflictos familiares.

  • Aislamiento o relaciones tóxicas.

  • Descenso en el rendimiento escolar.

  • Riesgo real para su salud física y mental.

¿Por qué aparecen las conductas de riesgo?

(Evidencia científica)

1. Neurodesarrollo

El cerebro emocional adolescente busca intensidad y aceptación, mientras que la parte que regula impulsos aún está madurando.
(Blakemore, 2018)

2. Búsqueda de identidad y pertenencia

Necesidad de encajar, ser aceptado e imitar al grupo.

3. Problemas emocionales no expresados

Tristeza, ansiedad, estrés o traumas sin procesar pueden canalizarse en conductas impulsivas.

4. Regulación emocional deficitaria

La conducta de riesgo actúa como una vía rápida para calmar, evadir o sentir algo.

5. Influencia del grupo

Presión, normalización del riesgo, miedo a “quedar fuera”.

6. Dinámicas familiares conflictivas

Límites poco claros, comunicación tensa, inconsistencia o sobreprotección.

7. Experiencias adversas

  • bullying

  • abandono o rechazo

  • violencia

  • rupturas dolorosas

  • trauma relacional
    (van der Kolk, 2014)

8. Baja autoestima

El adolescente acepta riesgos para sentirse validado o valorado.

¿Cómo trabajaremos las conductas de riesgo en terapia?

El abordaje será integrativo, combinando TCC + EMDR + habilidades de regulación emocional + trabajo familiar y con identidad.

1. Evaluación profunda del comportamiento

Analizamos:

  • qué función cumple la conducta (alivio, pertenencia, evasión)

  • qué emociones hay detrás

  • detonantes y consecuencias

  • nivel de impulsividad

  • autoestima e identidad

  • influencia del grupo

2. Regulación emocional

Enseñamos al adolescente a:

  • reconocer emociones intensas

  • manejar frustración o impulsividad

  • utilizar técnicas de calma

  • reducir búsqueda de alivio a través del riesgo

  • conectar con su cuerpo y señales de alarma

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos creencias como:

“así me siento vivo/a”,
“todos lo hacen”,
“si digo que no, me rechazan”,
“no me importa lo que pase”.

Sustituyéndolas por ideas más realistas, seguras y basadas en autocuidado.

4. EMDR (Procesamiento de experiencias que mantienen la conducta)

Es especialmente eficaz cuando la conducta de riesgo se relaciona con:

  • trauma emocional

  • humillaciones

  • rupturas o pérdidas

  • bullying

  • abuso emocional

  • experiencias dolorosas sin resolver

El EMDR reduce la necesidad de evasión y la reactividad impulsiva.

5. Construcción de identidad y autoestima

Trabajamos:

  • quién es y quién quiere ser

  • habilidades, valores y motivaciones sanas

  • propio criterio frente al grupo

  • autocompasión

  • seguridad interna

6. Prevención de riesgos y educación emocional

  • límites saludables en redes sociales

  • sexualidad responsable

  • información real sobre sustancias

  • habilidades para decir no sin perder pertenencia

7. Habilidades sociales y asertividad

  • resistir presión de grupo

  • elegir relaciones sanas

  • poner límites

  • gestionar conflictos

8. Acompañamiento familiar

Clave para el tratamiento:

  • límites claros y consistentes

  • comunicación no violenta

  • modelos de autocontrol

  • entender señales de alarma

  • acompañar sin sobreproteger ni castigar en exceso

  • reconstruir vínculo si está dañado

9. Coordinación con colegio si es necesario

  • prevenir situaciones de riesgo

  • apoyo emocional

  • seguimiento académico y conductual

Objetivos del tratamiento

  • Reducir conductas de riesgo y conductas impulsivas.

  • Mejorar regulación emocional y autocontrol.

  • Procesar experiencias traumáticas o dolorosas.

  • Fortalecer identidad, autoestima y criterios propios.

  • Mejorar habilidades sociales y resistencia al grupo.

  • Reparar vínculo familiar y promover comunicación sana.

  • Favorecer decisiones responsables y conscientes.

Uso problematico de móviles y redes sociales en adolescentes

El uso problemático de móviles y redes sociales en adolescentes se caracteriza por una conexión excesiva, compulsiva o desregulada que interfiere en su vida diaria, bienestar emocional, relaciones familiares, sueño, rendimiento académico y autoestima.

Aunque no aparece como diagnóstico específico en el DSM-5, se relaciona con:

  • trastorno de control de impulsos,

  • adicciones comportamentales,

  • ansiedad,

  • depresión,

  • TDAH,

  • baja autoestima,

  • dificultades sociales

  • y regulación emocional deficitaria.

El móvil no es el problema en sí: es la forma en que se usa para regular emociones, buscar aprobación, escapar del malestar o llenar un vacío.

¿Qué implica el uso problemático de móviles y redes sociales?

Signos de uso excesivo

  • Necesidad de estar conectado constantemente.

  • Revisar el móvil de forma compulsiva.

  • Ansiedad al no tener acceso al dispositivo (nomofobia).

  • Comparación constante en redes.

  • Pérdida de tiempo y dificultad para desconectar.

Impacto en la vida diaria

  • Descenso en rendimiento escolar.

  • Falta de sueño por uso nocturno.

  • Aislamiento de familia y amigos.

  • Reducción de actividades agradables fuera de pantalla.

  • Dificultad para estar presente o disfrutar offline.

Consecuencias emocionales

  • Baja autoestima.

  • Dependencia de validación externa (me gusta, visualizaciones).

  • Miedo a quedarse fuera (FOMO).

  • Aumento de ansiedad y tristeza.

  • Sensación de vacío al desconectar.

Riesgos sociales

  • Exposición al ciberacoso.

  • Comparación corporal o social exagerada.

  • Acceso a contenido inapropiado.

  • Sexting o envío de fotos sin seguridad.

  • Influencia negativa del grupo o retos peligrosos.

¿Por qué aparece el uso problemático del móvil?

(Evidencia científica)

1. Neurobiología y dopamina

Las notificaciones, likes y recompensas rápidas generan activación dopaminérgica que promueve hábito y repetición.
(Alter, 2018)

2. Vulnerabilidad emocional

El móvil se convierte en vía de escape para:

  • estrés

  • ansiedad

  • soledad

  • miedo al juicio

  • baja autoestima

3. Necesidad de pertenencia

El grupo social se traslada en gran parte a lo digital.

4. Comparación social

Las redes potencian estándares irreales: belleza, éxito, vida “perfecta”.
(Fardouly et al., 2015)

5. Falta de límites y estructura

Sin normas claras, los adolescentes estructuran su ocio alrededor del móvil.

6. Dinámicas familiares

Modelos parentales muy conectados o poca supervisión digital.

7. Experiencias previas

Bullying, rechazo o inseguridad social pueden aumentar refugio en redes.

¿Cómo trabajaremos el uso problemático del móvil?

El abordaje será integrativo, combinando TCC + EMDR + regulación emocional + educación digital + acompañamiento familiar.

1. Evaluación del patrón de uso

Exploramos:

  • cuándo y por qué usa el móvil

  • qué emociones intenta evitar

  • cómo influye la comparación social

  • qué aplicaciones generan más dependencia

  • impacto en sueño, estado emocional y relaciones

2. Regulación emocional

Enseñamos herramientas para:

  • manejar ansiedad sin recurrir al móvil

  • tolerar momentos de aburrimiento o vacío

  • manejar estrés sin buscar evasión

  • reducir impulsividad digital

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos creencias como:

“si no estoy conectado, me quedo fuera”,
“mi valor depende de mis seguidores”,
“si no contesto al momento, perderé amigos”.

Las transformamos en pensamientos más realistas y seguros.

4. Educación emocional y digital

  • límites sanos

  • privacidad y seguridad online

  • gestión de redes

  • diferencia entre “vida real” y “vida filtrada”

  • entender manipulación de algoritmos

5. EMDR para experiencias digitales dolorosas

Especialmente eficaz cuando hay:

  • ciberacoso

  • humillaciones públicas

  • rechazo social en redes

  • comparaciones constantes

  • rupturas que quedaron fijadas online

  • adicción como respuesta a trauma o vacío emocional

El EMDR reduce la carga emocional ligada al dispositivo y mejora autocontrol.

6. Reforzar autoestima e identidad fuera de redes

  • actividades offline gratificantes

  • habilidades propias

  • identidad sólida más allá de la imagen digital

  • reforzar logros reales, no virtuales

7. Entrenamiento en hábitos saludables

  • “higiene digital”

  • zonas libres de móvil

  • horarios sin pantalla

  • descanso adecuado

  • reducción de uso nocturno

8. Acompañamiento familiar

La familia es clave para:

  • establecer límites coherentes

  • modelar un uso saludable

  • evitar luchas de poder

  • mejorar comunicación sobre tecnología

  • fomentar actividades en familia sin pantallas

Objetivos del tratamiento

  • Reducir uso excesivo y compulsivo del móvil y redes.

  • Mejorar regulación emocional sin depender de pantallas.

  • Aumentar autoestima e identidad offline.

  • Prevenir riesgos digitales y mejorar autocontrol.

  • Procesar experiencias dolorosas asociadas al entorno digital.

  • Recuperar hábitos de sueño, estudio y relaciones reales.

  • Establecer límites y normas familiares coherentes.

Indentidad y autoconocimiento en adolescentes

La identidad es el sentido de quién soy, qué me gusta, qué valoro y cómo quiero vivir.
Durante la adolescencia, el cerebro y la personalidad pasan por una fase única de exploración, cambio y construcción.
El DSM-5 no recoge la identidad como diagnóstico, pero las dificultades en este proceso pueden relacionarse con:

  • ansiedad,

  • depresión,

  • problemas de autoestima,

  • conducta impulsiva,

  • dependencia emocional,

  • trastornos adaptativos,

  • trauma relacional,

  • uso problemático de pantallas,

  • TCA o autolesiones cuando hay confusión interna intensa.

La dificultad en la identidad no es inmadurez, sino una señal de búsqueda profunda: comprenderse, diferenciarse del entorno y tomar decisiones desde un lugar auténtico.

¿Qué implica tener dificultades de identidad y autoconocimiento?

Señales emocionales

  • Sentirse perdido/a o “sin rumbo”.

  • Inseguridad constante sobre quién es o quién quiere ser.

  • Miedo a decepcionar a otros.

  • Sensación de vacío o desconexión.

  • Fluctuaciones rápidas en estado de ánimo según aceptación externa.

Señales cognitivas

  • Pensamientos como:
    “no sé quién soy”,
    “no sé qué me gusta”,
    “mi valor depende de lo que otros opinen”,
    “me comparo con todo el mundo”.

  • Confusión entre deseos propios y deseos impuestos.

Conductas asociadas

  • Cambiar de estilo, grupo o intereses muy rápido para encajar.

  • Evitar tomar decisiones importantes.

  • Búsqueda excesiva de validación en redes o pareja.

  • Conductas de riesgo para sentir “una identidad”.

  • Aislamiento por miedo a no saber quién ser.

Impacto en relaciones

  • Dificultad para poner límites.

  • Dependencia emocional.

  • Aceptar dinámicas dañinas por miedo al abandono.

¿Por qué aparecen dificultades de identidad?

(Evidencia científica)

1. Neurodesarrollo

El cerebro adolescente está en plena reorganización, especialmente en áreas de identidad, autocontrol y reflexión.
(Blakemore, 2018)

2. Comparación social y presión externa

Redes sociales, estética, rendimiento, expectativas familiares.

3. Autoestima frágil

La identidad se vuelve dependiente del juicio externo.

4. Estilos de apego inseguros

Apego ansioso o evitativo influye en la construcción del yo.
(Bowlby, 1980)

5. Trauma relacional o invalidación

Experiencias de humillación, rechazo o falta de apoyo afectan la visión del yo.
(van der Kolk, 2014)

6. Perfeccionismo

Creer que la identidad debe ser “perfecta” genera parálisis.

7. Entornos rígidos o muy controladores

Dificultan explorar intereses propios.

¿Cómo trabajaremos la identidad y el autoconocimiento en terapia?

El abordaje será integrativo, combinando TCC + EMDR + trabajo emocional + exploración guiada de identidad.

1. Exploración profunda del sentido del yo

  • qué le gusta realmente

  • qué valores siente propios

  • qué necesita para sentirse bien

  • qué partes de su identidad vienen del exterior

  • qué quiere construir para su futuro

Creamos un espacio seguro para descubrir sin presión ni juicio.

2. Regulación emocional

Fundamental para tomar decisiones desde la calma, no desde el miedo:

  • manejo de ansiedad e incertidumbre

  • tolerancia a la frustración

  • equilibrio emocional

  • conexión con el cuerpo (qué emociones dicen la verdad)

3. Reestructuración cognitiva

Trabajamos creencias como:

“tengo que ser como esperan”,
“no puedo decepcionar”,
“no serviré si no soy perfecto/a”,
“mi valor depende de la aceptación”.

Se transforman en pensamientos más libres, auténticos y funcionales.

4. Identidad basada en fortalezas

  • identificación de talentos y habilidades

  • reconocimiento de valores personales

  • puntos fuertes en relaciones, estudio, creatividad, deporte…

  • visión de sí mismo más equilibrada y realista

5. EMDR para integrar experiencias que afectaron la identidad

Muy útil cuando existen:

  • humillaciones

  • bullying

  • rechazo de un grupo

  • rupturas dolorosas

  • críticas continuas

  • invalidación emocional

  • experiencias que hicieron “sentir menos”

El EMDR ayuda a liberar estas heridas internas para construir una identidad sólida y segura.

6. Desarrollo de autonomía y toma de decisiones

  • aprender a decidir sin miedo

  • entender consecuencias reales (no catastróficas)

  • diferenciar deseo propio de deseo impuesto

  • desarrollar criterio personal

7. Construcción de límites sanos

Una identidad clara implica decir:

  • qué quiero

  • qué no quiero

  • qué me hace bien

  • qué no acepto

Trabajamos asertividad y comunicación.

8. Acompañamiento familiar

  • fomentar espacios de diálogo sin presión

  • permitir exploración segura

  • evitar etiquetas

  • apoyar autonomía sin perder conexión

  • validar emociones sin imponer caminos

Objetivos del tratamiento

  • Desarrollar un sentido de identidad auténtico y estable.

  • Aumentar autoconocimiento, autoestima y seguridad interna.

  • Reducir comparación social y búsqueda de aprobación.

  • Procesar experiencias que dañaron la identidad.

  • Mejorar toma de decisiones y autonomía.

  • Fomentar relaciones equilibradas y con límites sanos.

  • Potenciar un proyecto vital coherente con los valores propios.